Los conflictos forman parte de la vida en sociedad, y su aparición es común y frecuente en el desarrollo de las relaciones interpersonales a lo largo de toda nuestra vida.
Su aparición acarrea siempre tensiones y un rápido deterioro de la relación entre las partes enfrentadas.
Si bien su gestión resulta compleja en cualquiera de las etapas de la vida, el conflicto supone, si se gestiona de la manera adecuada, una oportunidad para el cambio y la mejora.
Esta dualidad conflicto/oportunidad suele percibirse de manera más o menos evidente en la etapa adulta de las personas. Pues la experiencia acumulada permite valorar las circunstancias desde una perspectiva hipotético-deductiva más desarrollada. Pero no resulta tan evidente cuando el conflicto surge entre personas o colectivos adolescentes.
Durante esta etapa de desarrollo de la identidad y la personalidad, las personas afrontamos los conflictos sin la experiencia de quienes han alcanzado la edad adulta. Percibiendo la tutela de padres y tutores como una injerencia en nuestra autonomía y actuando de forma reactiva ante la intervención, de buena fe, del adulto.
Ello nos lleva a afrontar las situaciones de conflicto desde un enfoque competitivo. Luchando por imponer a la otra parte nuestro criterio, sin tener en consideración sus posiciones o intereses, dando lugar a la formula vencedores/vencidos y, frecuentemente, justificando lo medios empleados para lograr el objetivo. Pues se considera el conflicto como un juego de suma cero en el que para que uno gane otro debe perder.
La utilización de la Mediación en el ámbito escolar como método de gestión y resolución de conflictos, resulta la estrategia idónea para dotar a los adolescentes de una herramienta de resolución pacífica de controversias por diversos motivos:
• Posibilita la resolución del conflicto de forma no violenta.
• Promueve la colaboración, el respeto por las diferencias y la empatía.
• Ayuda al desarrollo del sentido de la responsabilidad entre el alumnado.
• Mejora el clima escolar.
• Mejora las habilidades sociales del alumnado.